Vender humo es vender ilusiones que no van a ningún sitio
Pero explicar todos estos conceptos a los niños, y a los menos niños, no siempre es fácil. Es necesario que sepamos hablarles de esos instantes en los que nos creemos felices tras cumplirse nuestro sueño, pero que, en el fondo está lleno de vacío y fugacidad. Así conseguiremos que, por un lado no se conviertan en seres inmersos en el materialismo y, también, que no se dejen engañar por la brillantez hueca del humo. Y esto es lo que viene a contarnos, a grandes rasgos, este hermoso cortometraje titulado «El Vendedor de humo».